jueves, 7 de enero de 2016

Los comienzos nunca llegan tarde

Son tantas las señales, que a veces por más cerca que las tengamos no somos capaces de reconocerlas. O de asumir que están ahí. Quizás el miedo nos puede, el miedo a lo desconocido o incluso a lo demasiado conocido. Sin embargo, como al final de un buen libro, aunque no quieras, llega el momento de dejarlo en la mesilla y volver a la realidad. Tal vez decidas seguir evadiendo esas señales, o salir y dejarte llevar por primera vez en tu vida pero hagas lo que hagas, ya habrás elegido un camino.

Se me hace difícil describir esa sensación que recorre tu mente, o tu alma, de manera recurrente hasta que te hace saber que es el momento de parar. Es momento de poner freno, tomar distancia y respirar. Dolorosa y confusa, no sabes dónde te llevará pero sin duda debes seguirla o te acabará asfixiando hasta acabar con tu sentir. Todo empieza a incomodarte y comienzas a dejar de encontrar el placer donde antes lo hacías, quedando invadido por esas sombras perturbando tu ser sin poder controlarlas. Romper con tu vida, con tu trabajo, con alguien tóxico, o dejar de martirizarte por fracasos pasados.

Y como en todo lo demás, está también lo contrario, aquello que a veces cuesta más, duele más y para quien es incluso más difícil de enfrentar: todas esas señales que te hacen empezar a sentir que debes saltar, dejarte abrazar por la lluvia como tantas veces habías deseado. Aunque eso suponga  hacer lo opuesto a lo que debes, a lo que es correcto, o a lo que tú mismo has querido asumir como correcto. Tal vez te quite el sueño, y haya momentos en que prefieras volver atrás. No es un camino fácil ni corto de recorrer, pero sin duda alguna, si lo tomas, no hará falta mucho para que empieces a sentirte seguro mientras avanzas, aunque sepas que puedes tropezar. Porque ya estás ahí, ya lo empezaste y en el fondo, sabes que es por donde quieres seguir. En definitiva... La señal que te empujó tendrá nombre, lugar, fecha o vivencia, y si decidiste tomar este camino, no te engañes, es porque puedes llegar hasta el final.

Sigamos adelante, siempre adelante. Sin miedo a hablar, a besar o a sentir.



1 comentario:

  1. Bonita forma de empezar tu blog. Unas bellas palabras y muy sabias. Espero leer más cosas asi de ti. Un saludo y felicidades.

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